Chile

Chile (Parte 1)

Punta Arenas

Punta Arenas, una ciudad que nos sorprendió con su diversidad de tours y excursiones. Desde navegaciones por el estrecho de Magallanes hasta expediciones a islas llenas de pingüinos, cada día ofrecía una nueva aventura. Un día lo dedicamos a recorrer el centro histórico, donde las coloridas casas nos transportaron en el tiempo, y nos perdimos en el encanto de la Plaza de Armas. El Cerro de la Cruz, nos regaló una vista espectacular de la ciudad y el estrecho.

La excursión al Faro de San Isidro nos dejó sin aliento. Rodeados de naturaleza salvaje y la historia del extremo sur de Chile, nos sumergimos en paisajes que parecían sacados de un sueño. Desde lo alto del faro, el estrecho de Magallanes nos regaló vistas que nunca olvidaremos, mientras nos sentíamos parte de una aventura única en el fin del mundo. Una experiencia que selló nuestro amor por la Patagonia.

Nuestro tour para ver ballenas en el Parque Marino Francisco Coloane fue una experiencia de otro mundo. A pesar de que fue un poco caro, cada centavo valió la pena. Desde el momento en que subimos al barco, nos sentimos emocionados por lo que estaba por venir. Navegar por las aguas heladas del Estrecho de Magallanes mientras buscábamos esos majestuosos gigantes del mar fue emocionante. Y cuando finalmente las vimos, ¡fue simplemente espectacular! Ver a las ballenas jorobadas emergiendo de las aguas, jugando y saltando, fue un momento que nunca olvidaremos. Sin duda, una experiencia única que recomendamos a todos, a pesar del costo.

Puerto Natales

Dejamos Punta Arenas y nos dirigimos a Puerto Natales en bus para continuar nuestra aventura.
Desde Puerto Natales, emprendimos la ascensión al Cerro Dorotea, una excursión corta pero desafiante, con un buen desnivel. Sin embargo, para acceder al sendero, debimos pagar 5000 pesos chilenos cada uno debido a que atraviesa una propiedad privada. Al alcanzar la cima, nos sorprendió el viento intenso, pero la vista panorámica de la ciudad y los fiordos valió totalmente la pena.

El Mirador Torres del Paine ofrece una vista espectacular de las imponentes montañas y glaciares del Parque Nacional. Sin embargo, nuestra experiencia se vio ligeramente empañada por la cantidad de gente que visitaba el lugar. A pesar de ello, la belleza del paisaje aún logró dejarnos sin aliento y al llegar al mirador, quedamos impresionados ante la imponente presencia de las Torres del Paine. Vale la pena mencionar que alcanzar este mirador implica recorrer una ruta de 22 kilómetros con un desnivel de 1200 metros, lo cual añade un desafío físico pero gratificante a la experiencia. Recomendamos llegar temprano para disfrutar de la vista en toda su plenitud y evitar las aglomeraciones.

Desde Puerto Natales, nos aventuramos en un tour de navegación por los glaciares Balmaceda y Serrano. La experiencia fue emocionante y nos dejó maravillados con la imponente belleza de los glaciares y los fiordos. Disfrutamos de una caminata por el Parque Nacional Bernardo O’Higgins, donde nos sumergimos en la exuberante naturaleza de la región. Sin duda, una jornada llena de aventuras y paisajes sobrecogedores en la Patagonia chilena. Culminamos el día con un delicioso asado. Disfrutamos de jugosos cortes de carne a la parrilla, acompañados de ensaladas frescas y vino chileno, en un ambiente acogedor junto a nuestros compañeros de viaje.

Durante nuestra visita a Puerto Natales, descubrimos la destilería de gin Last Hope, una joya local que no pueden dejar de visitar. Quedamos encantados con sus exquisitos sabores y la pasión que ponen en cada destilación. Sin duda, una experiencia deliciosa que añadió un toque especial a nuestro viaje por la Patagonia chilena.

En nuestro tour de día completo en auto por el Parque Nacional Torres del Paine, nos maravillamos con la belleza de los Cuernos del Paine, superando incluso la magnificencia de las Torres del Paine. Sus picos escarpados y sus colores cambiantes nos dejaron sin aliento, mientras los lagos de aguas turquesas añadían un toque de serenidad al paisaje. A pesar de que las nubes nos impidieron ver el Paine Grande en todo su esplendor, la experiencia de contemplar los Cuernos del Paine fue espectacular. Además, disfrutamos de una caminata por la playa durante una hora, que culminó con la vista impresionante del glaciar de Grey, una masa de hielo imponente que completó nuestra aventura en la Patagonia chilena.

Aunque el Parque Nacional Torres del Paine es indudablemente espectacular, quedamos decepcionados por la cantidad de tarifas y restricciones que encontramos. A pesar de su belleza natural, nos sentimos limitados por la necesidad de pagar por cada actividad y la falta de opciones para hacer trekking de forma independiente. Esperábamos más libertad para explorar a nuestro propio ritmo y sumergirnos completamente en la majestuosidad de la Patagonia sin tantas restricciones económicas.

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